-Debe hacer un alto mi capitán!

-Sí que estoy cansado, no puedo más

-¡Alerta, cúbrase, al terraplén.

-Alerta estoy más cúbrete tú también, ¡Di soldado! ¿de dónde eres tú

-Del país vecino que hay más al sur. Y por el río pasa la frontera la orilla blanca, la orilla y sobre el puente veo una bandera mas no es la misma que está en mi corazón.

-¿De los míos creo no debes ser?

-Por mi uniforme lo puede ver.

-No sé mis ojos ya están sin luz me han herido y tal vez fuiste tú.

-Triste es el destino mi capitán.

- mientras hayan guerras no cambiará.En la colina silba la metralla la hierba verde está quemada y por el río continúa la batalla nosotros dos ya llegamos al final.

-Tengo que marcharme mi capitán.

-¡Voy contigo !¿no me querrás dejar?

-¡No te abandonaré!, lo sabes ya que vamos juntos para la eternidad. Todo ha pasado, hay paz en la frontera en la orilla blanca, en la orilla negra pero alguien llora y se desespera gritando un nombre que no responderá.

-Debe hacer un alto mi capitán.

-Sí que estoy cansado, no puedo más.

TRANQUILIDAD

Y por fin después de tantos años de penumbras entre nosotras te he recuperado. Nunca creí que fuéramos capaces de volvernos a encontrar y hablar como si el tiempo nunca hubiese pasado, he sentido muy dentro de mi la emoción de la primera vez que te perdí, ahora vuelta en alegría y el cosquilleo mientras me acercaba hacia tu puerta sin saber una respuesta cierta. ahora tengo conmigo a mis recuerdos y todo está perdonado, el abrazo interminable y las lágrimas en tus ojos me han embargado de nuevas esperanzas, hace tiempo que te buscaba, pero no me atrevía a encontrarte, hace tiempo que te necesitaba, pero me lo negaba a mi misma. Tu parte esencial en mi infancia y ahora parte importante en mi vida, mi tía más loca, y mi otra parte de mi yo, mitad escrita por los genes de mi padre, alguien tan similar a mi, y hoy lo he visto, y te he visto mejor que nunca y con mucha fuerza tras superar ese maldito cáncer que nos está comiendo a esta sociedad. A partir de ahora seguiremos hablando todo lo que hablado está, siempre hablando, sin rencores y apostando fuerte por recuperar lo perdido.