8 de abril de 2008

SEÑOR DE LA NOCHE


Miré a la izquierda de la mesa donde me allaba sentada y lo vi, era el no cabía duda no podía dejar de mirarle y ni siquiera nos habíamos presentado. Fue pasando el rato y nuestras miradas no dejaban de cruzarse, se que me quería decir algo pero no lograba entenderlo, sin duda era el ser más extraño que jamás había conocido. Señor y espectro de la noche que con sus ojos podía derrumbar torres altas, de esas que parecen resistirlo todo. Frágil ante él no pude resistir la tentación y decidí hablarle, pero mi voz no podía llegarle aunque cerca estaba, jamás articule palabra alguna con el, pero el si conmigo, soltó su fuerte pero delicada voz y me dijo:- ¿eres tu?
-¿yo?, respondí. pero no le llego.
-Si tu, si lo eres, te estaba esperando hace mucho tiempo, no te preocupes si no puedes hablar, ahora no es momento de hacerlo, deja que te diga algo.
Y yo sin más palabras que mis ojos dejé que el hablase.
-se que sabes quien soy, pero aún así de jame que me presente, soy el espectro de la noche, el que guía tus pasos y te cuida para que nada malo te pase, señor de los astros y planetas, amante loco de la luna, soy el que más amas y a la vez más miedo te da, el que te desea y deseas, tu señor, y tu el alma que me alimenta.
No podía creer lo que estaba escuchando, tenía miedo pero al mismo tiempo me proporcionaba intriga, que ser tan especial conocí en aquel extraño sitio plagado de locos, pero el era el más grande de todos, era un genio digno de admirar, un ser no terrenal por supuesto. Sentí entonces que nada de lo que hubiese conocido o pudiera conocer a partir de ese instante nada sería igual.
el me dijo:
- Bebes demasiado rápido, y ese es tu problema, no calculas el tiempo, necesitas tiempo para medir tus decisiones así te irá todo mejor, porque bebes tal como todo haces. piensa más, no con la cabeza, ni con el alma eso ya está muy oído ¿no te parece? piensa con tu estomago, todo se siente ahí, es así desde el comienzo pero ¿no te acuerdas? no hace tanto tiempo, solo unos... bueno no era importante, recuerda que siempre me tienes tu lado, te necesito, y tu a mi, necesito almas perdidas, pero no te preocupes, no es para ayudarte solo las necesito, estoy algo delgado ¿no crees? yo sí.
Yo no podía responder, así que cogí mi botella de agua, esa que la chica del aquel sitio tan amablemente me ofreció, bebí y hablé:
-No lo estás, no estás, porque tu no existes, eres producto de mi debilidad, jamás has estado, ni estarás, mañana despertaré con el canto de los pajaros y tu no habrás existido nunca, nunca ¿me oyes? pues haz lo, porque a partir de ahora trataré de olvidarte a cada momento, y de mi no te alimentarás como tu deseas, vuelve a tu cueva fantasma y a tu mundo negro y espectral con los tuyos, con aquellos que solo lamentan vivir, porque yo ahora y más que nunca no deseo recordarte, te voy a borrar de mi, te voy a sacar por mi estomago y no quedará poro en mi piel que te necesite, ¿me oyes tu ahora? vete, vete y no vuelvas nunca porque si la hubo perdiste la oportunidad.
Dicho esto el espectro de la noche se fue.
Algunas veces la buscaba en los sitios por donde estaba, pero ella jamás le volvió a hablar. Lo que el desconocía es que ella lo deseaba con toda su alma, y que su lucha por olvidarlo era continúa, pero el jamás lo sabría. Aprendió a ignorarlo, pero después de aquella charla, no aprendió a vivir sin el. Jamás lo haría ni quería hacerlo. Solo fue el.