31 de diciembre de 2007

A ESOS POCOS LOCOS


Tienes esa mirada que solo los genios tienen, tienes templanza y duelo, un gran carácter, y una fuerza enorme para salir de los problemas, tienes inteligencia, tienes fuego, tienes amor, eres amor, eres sincero, eres un ser que lucha por sobrevivir en este mundo a menudo tan pequeño. Te comparo con un ave que vuela libre en el cielo, sin rendir cuentas a nadie más que a si mismo. Reflejas dolor en tus ojos, la más grande de las penas que un hombre pueda vivir, desafías a la muerte y te ríes de tus enemigos, sin apenas esforzarte puedes hundir al más cruel de los villanos y bailas con tu soledad un tango despechado que no te pide volver, sino marchar.
Caballero que montado en su caballo recorre la vida y lucha contra su desesperanza. Tienes luz que te guía en tu oscuridad y tu ángel que te acompaña cuando duermes, cuando lloras, cuando te sientes solo.
Despiertas admiración en las personas, despiertas curiosidad y respeto, pero también envidias, odio y celos, pero aún así todos esperan al sombrerero loco para verle, ese mismo que sirvió una taza de té a Alicia. Como el ave Fénix resurges de tus cenizas cada vez que mueres, y al amanecer con el alba, cuando te despiertas eres otra vez tu, y todo vuelve a comenzar. Estos locos que cantan a sus soledades y ríen con la vida como si cada segundo fuese el último a vivir, estos locos tan cuerdos, pero que a diferencia del resto de los mortales, tienen nobleza en su alma y amor en su corazón. La pena que los acompaña es su amiga, la soledad su compañera, no te fallarán, ojala todos fuésemos como esos locos.