4 de enero de 2008

ANDANDO BAJO LA LLUVIA


Nada me hacía sentir tan bien desde hace mucho tiempo. Esta tarde cuando la lluvia caía con más fuerza, he salido a la calle y me he puesto a caminar sin dirección, creo que me he recorrido todo Mataró, lo bueno es que no llevaba paraguas, y ha sido una sensación que hacía mucho tiempo no sentía. Notar como el agua caía sobre mi, era notar la vida en su estado más puro, el frío de invierno y saltar en los charcos, ha hecho desatar en mi una sonrisa. He llegado a casa empapada y enseguida una ducha con agua caliente. Lo mejor de todo es que me he sentido feliz y libre, nadie me podía decir nada, nadie me ha preguntado ¿que haces?. De verdad debéis probarlo, de vez en cuando estas pequeñas cosas se pueden volver las más grandes.