26 de mayo de 2008

LAS BORRACHERAS

Música, alcohol, desfase... todo parece maravilloso y diferente cuando bebemos, nos creamos un mundo mágico donde todo es perfecto, donde no hay malos rollos y donde todos somos amigos. Todo parece más bonito y lo que tanto nos cuesta de sobrellevar no nos parece tan grave, nos transportamos a un mundo subrealista lleno de caretas, un baile de disfraces donde cada uno elige su propio personaje, quizás es el que realmente sea pero por su condición no se lo puede o quiere permitir. Lloramos a los demás contándoles nuestras vidas, y los escuchamos como si de un sermón de misa se tratase, fingiendo que prestas atención y aburrido como el solo, lo mejor viene cuando el desfase se desfasa demasiado, cuando lo maravilloso del alcohol se convierte en demasiado maravilloso y es ahí cuando la historia que contábamos de nuestra vida tan apasionadamente al extraño que baila junto a ti se transforma en la triste historia de nuestra vida, y es en ese preciso instante cuando comienza otra transformación aún más cruel, la pena, y también comienza a tener que consolarnos el extraño que tenemos bailando junto a nosotros, pero esta vez y producido también por el efecto del alcohol, en vez de fingir oírnos, nos consuela, y en ese momento se produce el abrazo maravilloso, el más grande, el mejor de los abrazos que jamás te han podido dar, el abrazo etílico, sientes que ese extraño que estaba bailando junto a ti, ya no es un extraño, es la persona que te salvará la vida, el que más te quiere, no importa lo que los demás han hecho por ti, el extraño que bailaba junto a ti es el que más te quiere.Una de las cosas que no se olvidan después de una buena borrachera, es la temida resaca, y como dice un refrán de mi pueblo: "sarna con gusto no pica, pero mortifica", pues eso, a pasarla. Por cierto cuando vayamos por la calle después de haber estado abrazos al extraño que bailaba junto a nosotros, cuando vayamos por la calle y lo veamos pasar demósle un abrazo a ver que pasa, tal vez descubramos algo maravilloso, o tal vez y esto es lo más probable no nos reconozca, o peor que no lo reconozcamos, esto también pasa. Saludos y no desfasa ros tanto, que luego nos saludan y no sabemos por que, ¿ y si tal vez no es el extraño que bailaba junto a nosotros?. No lo penseis tanto, no tiene explicación asta la próxima borrachera.