7 de mayo de 2008


A veces hace falta darte de ostias para darte cuenta de las cosas que valen la pena y las que no, la cosas que dejamos perder por tonterías o por que en ese momento no estamos preparados para afrontar la situación. Siento que en mi vida he perdido lo más bonito que podía haber tenido, y todo por cabezona, no concibo la nueva vida, y me acuerdo de lo que ahora no debería acordarme. Quizás he cambiado pero tarde. o quizás no sea tarde y me valga para mi nueva etapa, pero no para de dolerme el corazón, cuando te das cuenta que has estropeado algo que realmente valía te duele con más fuerza. Es una deuda por idiota la que tengo con ese tema, pero me di cuenta tarde. Sigamos los caminos como mejor podamos, pero siempre estará ahí el recuerdo de mi vida, aún será verdad y aunque no lo quiera, aún moriremos el mismo día.